Los hermanos Vargas, el pictorialismo y los nocturnos

Los retratos de estudio

El estudio de arte, sus aprendices y el problema de la autoría

El Estudio de Arte Vargas Hnos.

The Photographic Archive Project

 

El estudio de arte, sus aprendices y el problema de la autoría

A lo largo de los siglos, innumerables artistas iniciaron sus carreras en el estudio de un maestro consagrado. Esta tradición también forma parte de la historia de la fotografía peruana. En éste caso, los hermanos Vargas y Martín Chambi fueron asistentes, a la par que aprendices, de Max T. Vargas, y a su vez, entrenaron a una nueva generación de asistentes que más adelante se convertirían en hábiles fotógrafos.

En su época de auge, el Estudio de Arte Vargas Hnos. contaba con una docena de asistentes que cumplían las más diversas labores, desde limpiar el suelo hasta hacer los recados y preparar los químicos. Los asistentes cargaban las cámaras, ajustaban las luces, acomodaban la utilería, desarrollaban la película, retocaban los negativos y, con frecuencia, hacían y enmarcaban la impresión final. En muchos casos, incluso, tomaban la foto.

Sin duda, el aprendizaje en la práctica es un excelente sistema de educación artística, pero con frecuencia complica la labor de los historiadores de arte. Si bien atribuir un cuadro a Rubens plantea algunas dificultades, estas son mínimas en comparación con las que enfrentan los historiadores de la fotografía para atribuir la autoría de las fotos. La primera dificultad radica en que un negativo fotográfico no lleva firma que lo distinga de otros tantos miles de negativos. A ello se suma la práctica, muy común en los estudios fotográficos de la época, de adquirir el trabajo de otros fotógrafos y vender las fotografías de los aprendices como si fuesen propias. A menudo, los historiadores de la fotografía se ven obligados a confiar en evidencia indirecta para establecer la autoría de una imagen particular, y basan sus juicios en indicios como el formato de la película, los telones del estudio, el tema y el estilo de la fotografía y las técnicas de retoque utilizadas en el negativo.

Incluso cuando hay la seguridad de que una foto fue tomada por los hermanos Vargas, surge la pregunta: ¿obra de Carlos o de Miguel? Sus contemporáneos quedaron impresionados por la compenetración casi preternatural entre ambos. Carlos y Miguel eran inseparables: vivieron, trabajaron y socializaron juntos. Nunca se casaron, y se complementaron de tal manera que un asistente los recordaba como “gemelos siameses mentales”. Sin embargo, hay señales que llevan a sostener que era Miguel quien poseía el don artístico, mientras que Carlos dominaba el cuarto oscuro y el negocio del estudio.

Por las razones expuestas, se ha tratado de ser lo más cauteloso posible a la hora de conceder autorías, asignando al conglomerado Estudio de Arte Vargas Hnos. aquellas imágenes que no hay certeza de que sean de los propios hermanos Vargas o de un asistente en particular.